jueves, 19 de julio de 2018

Mis hijos, mis maestros

Durante años estuve enfrascada en aprender y aprender, en estudiar y estudiar datos y más datos. Me gusta aprender y pensaba que me resultarían útiles y me ayudarían a tener una vida mejor. Tras tener a mi primer hijo y día tras día me doy cuenta de que me falta mucho por saber, pero ahora me refiero a otro tipo de conocimiento, el de las personas. Ellos me han ido mostrando, con su comportamiento, que necesitaba aprender a escuchar más y mejor, a acompañar los momentos del otro, a comprender y no juzgar, a respetar....

Antes de ser madre, pensaba que un niño es alguien a quien tienes que enseñar para que haga determinadas cosas, se comporte de determinada forma, hable así, coma esto..... Ahora pienso que es de quien tengo que aprender. Mi experiencia es que cada vez que he intentado moldear sin escuchar, he encontrado o bien una confrontación o bien que algo se pierde en el otro. Pienso que cada persona es única, viene al mundo a aportar su diferencia, su exclusividad. Si no permitimos que cada uno sea quien realmente es, nos estamos perdiendo un poquito de ese brillo individual de de cada cual.

¿Por qué no pueden vestirse diariamente con disfraces? Hay famosos que lo hacen y salen en los medios marcando tendencia.... Cada uno tiene derecho a su estilo propio, esto no es peligroso, solamente es que a nosotros, los adultos, nos puede resultar vergonzoso.
Pero en un mundo de globalización, donde encuentras una ciudad llena de bloques de edificios iguales, existen las horas puntas en donde todo el mundo hace lo mismo en una misma dirección, la ropa se fabrica en serie y pones tu foco en las tendencias de moda para no destacar, tenemos inoculado el virus de no ser diferentes. Parece que con los niños nos cuesta aún más que con los adultos. Tenemos miedo de que no llegue a comportarse como una persona NORMAL.


Y el lugar donde los niños más se moldean es en la escuela. Están obligados a adaptarse a un ritmo de horarios, de "no moviminento", de comidas, de ritmos de aprendizaje e, incluso, de intereses. Si no encajas en los ritmos impuestos, empiezas a tener problemas. Lo peor es que el mensaje es que "el problema es el niño".

¿Te ha ocurrido alguna vez que has necesitado de un tiempo para preparar algo y, mientras, otra persona te estaba dando prisa? ¿o bien que tú estabas muy interesada/o en hacer algo y otra persona te estaba reteniendo? ¿Cómo te sentías? ¿ Te gustaba la sensación? Pues esto le sucede constantemente a los niños, no respetamos sus ritmos de sueño (les obligamos a ir a la cama según la hora o les despertamos por la mañana o en la siesta), no respetamos sus ritmos o gustos de comida (¿te gusta que te obliguen a comer algo que detestas?), a veces no respetamos su aficiones (si es muy tranquil@ le decimos que se mueva un poco, si es muy movido nos quejamos de que no para).... Parece que durante todo el día tienen que adaptarse a nuestras necesidades y hay pocas ocasiones para su espacio. Van al cole si nosotros lo decidimos, con los horarios que tocan, comen lo que les ofrecemos, se visten con lo que les ponemos, juegan en el parque que escogemos y en los horarios que establecemos.... A veces no podremos hacerlo de otra forma, pero en muchas ocasiones sí podremos preguntarles qué les apetece comer, a dónde quieren ir y qué actividad prefieren....

A Álex le encanta fotografiar cosas y lo hace realmente bien. Si le dijéramos "No cojas esa cámara que la puedes romper!!" apagaríamos su pasión. Enseñémosle a cuidarla y utilizarla correctamente.
Mi expriencia durante tantos años y tantas horas con mis maestros me han enseñado que siempre existe una forma de satisfacer necesidades, a veces no en el momento, pero, en ese caso, podemos hablar y mostrarles nuetro interés en escucharles, comprenderles y ayudarles. Con ellos siempre aprendo a quitarme barreras y a ver que hay espacio para todos.

Aún no pueden arreglar apartos, como les gustaría, pero sí pueden saciar su curiosidad dejándoles los que están rotos para que los despedacen, antes de pasar por el punto limpio....
Todas estas cosas (y millones más) me las enseñan mis maestros cada día, cuando cada uno brilla con su propia luz y su personalidad individual. Pero para que este brillo salga no debemos taparlo. Ellos me llevaron a una maternidad cada vez más consciente. A veces nos quejamos de que son cabezotas (yo opino que son tenaces y eso me parece maravilloso), yo te pregunto, si estáis discutiendo y discutiendo ¿quién es cabezota de los dos?? Yo, en esos momentos, suelo pensar en alguien que haya conseguido subir a una gran montaña o hacer algo grande, seguro que se encontró muchas personas en el camino que le dijeron que no podía, que intentaron disuadirlo, pero él/ella persistió y persistió hasta que lo consiguió, entonces todos lo obacionamos y admiramos.... Este pensamiento siempre me ayuda a conectar con la tenacidad de mis maestros y con no borrarles la fuerza para conseguir sus propósitos. Cada vez que pienses "es que siempre tiene que salirse con la suya...." piensa que eso es algo maravilloso. Imagina a tu hij@ el día de mañana, ¿prefieres que haga todo lo que le diga su pareja o su jefe?  ¿o prefieres que se salga con la suya y siga el camino personal y profesional que desea y le llena, que siga su sueño y no cese hasta conseguirlo? Pues eso es lo que él/ella intenta hacer desde este preciso momento.


Son capaces de alcanzar metas más altas de las que pensamos, si les damos seguridad y vigilamos juntos el camino

De tu mano pueden alcanzar metas más altas



Marcos aprendió él solo a hacer esta casita de chocolate con tutoriales de youtube. Yo le dije que no podía ayudarle en ese momento, pero no le dije que no fuera capaz de hacerlo y... lo consiguió!! 



A lo largo del día ellos siempre nos dan oportunidades para ver ese ser especial que son, te animo a acompañarle y animarle a que siga siendo único y que nunca, nunca, deje de serlo.

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